lunes, 25 de marzo de 2013

[Actualidad] Lo que digan los vecinos, está de más

No sé si habrá llegado a vuestros ávidos oídos o a vuestros atentos ojos lo nuevo de nuestros vecinos franceses. El gobierno  de Françoise Hollande quiere llevar a cabo desde octubre una ley a favor del matrimonio homosexual. Hasta ahí bien, parecía que nuestros vecinos se modernizaban, pero las protestas en contra de este ‘affair’ de estado (nótese la ironía) no tardaron en llegar y parece que han tenido culmen ayer, domingo, en la capital francesa.


300.000 personas según la policía o 1.400.000 según los organizadores. En esto nadie se pone  de acuerdo. Lo que si es cierto que mucha gente se ha manifestado contra el matrimonio gay, exigiendo al presidente socialista que se encargue de “asuntos económicos y deje en paz a las familias” al grito de “no toques el matrimonio, ocúpate del paro”. Es aquí donde empieza lo paradójico. ¿familia? ¿matrimonio? ¿Qué entienden los franceses por ‘familia’? A los homosexuales siempre se les tacha de “promiscuos”, ¿será por esto por lo que no les dejan casarse? O ¿quizás va en contra de la naturaleza? Natural es que tengamos que remontarnos décadas atrás para encontrar algún presidente francés leal a su pareja; sin ir más lejos el expresidente Sarkozy, divorciado de su primera mujer por diversas infidelidades o Jacques Chirac su predecesor más de lo mismo o François Mitterrand su pre-predecesor el cual tenía una familia entera oculta a la sociedad y a su propia mujer. Parece que el nuevo lema que se tercia después de la revolución francesa ha pasado a ser “Liberté, égalité, infidelité” y las revoluciones ahora vienen de un pueblo aún más añejo que el de hace unos siglos a meterse en asuntos que incumben sólo a una minoría al nombre de 'Manif pour tous' (Manifestación para todos), pero, ¿todos?, ¿quiénes sois TODOS? ¿Aquellos de la derecha y la ultraderecha que os camufláis en una manifestación casualmente “apolítica” (otro dato curioso) en contra de las minorías? En fin.

Tengo que decir que las revueltas contra el matrimonio gay, me han pillado en París pero, por fortuna, no las he presenciado. Es la segunda vez que vengo y París es una ciudad que me encanta. Sin embargo, todavía no consigo encajar  cómo una ciudad cosmopolita, bohemia, multicultural, no conoce aún la palabra igualdad. Parece que la ciudad del amor (heterosexual, por supuesto), tan diversa y tan plural, va a tener que esperar algunos años para que la cuna del arte sea también la cuna de la tolerancia.


3 comentarios:

  1. La égalité me parece a mí que todavía no :P
    Buen artículo, gracias por las palabras a favor del colectivo y del individuo también.

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    1. Lo cierto es que da pena que en países democráticos siga haciendo falta luchar por la igualdad homosexual (no me gusta llamarlo colectivo) y que en muchas escuelas francesas gran parte de los niños respondan que la homosexualidad les da asco o es algo "antinatural". Parece que estamos hablando de países dictatoriales, pero lamentablemente la estupidez humana está más cerca de lo que pensamos.

      Y de nada, gracias a ti por leernos ^^

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  2. Bueno amigos, novedad novedad, la Democracia real no existe actualmente, salvo alguna excepción. En una Democracia pura cualquier cambio legislativo (y sobre todo esto de creo yo que sería una reforma Constitucional) debería ser sometido a votación.
    Me pregunto cual sería el resultado...

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